"El talento humano de una empresa es considerada la
pieza clave para lograr los objetivos de la misma".
Cuando formamos parte de una organización bien sea propia
porque hemos decidido ser emprendedores o como empleados, poco a poco y a
medida que vamos desarrollando proyectos, cumpliendo objetivos y alcanzando
retos nos vamos sintiendo parte de ésta, vamos estableciendo una fusión tal que
pasamos a ser de un empleado o representante, a ser un espejo reflejo de la
organización de la cual formamos parte.
El talento humano es uno de los principales elementos de las
empresas. Por ello, en el desarrollo de las empresas con visión evolutiva,
sostenible y sustentable se están creando políticas de responsabilidad social,
las organizaciones han de asumir compromisos de gestión sensibles a las
necesidades de sus trabajadores. Actualmente las empresas están considerando
que un empleado feliz es más productivo.
Por otro lado vemos que también los empleados también buscan
un buen ambiente de trabajo, una imagen positiva del empleador y un equilibrio
trabajo-vida (work life balance) son factores que cada vez más están cobrando
importancia a la hora de elegir un trabajo.
Como explica Máximo Rainuzzo, presidente de Interbrand,
consultora líder y global en branding:
"Los empleados buscan donde trabajar y eligen en
función a aquellas empresas (marcas) que les creen y con las que se sienten
identificados. Es por esto que es sumamente importante tener un posicionamiento
claro que permita fortalecer su empresa (marca) en el entorno competitivo en el
que se desarrolla. Por otro lado, es muy importante cómo se gestiona esa
percepción y posicionamiento de la empresa (marca) en el rol de empleador para
que la promesa de empresa (marca) sea verificable y no genere frustración. Más
del 20% de los empleados menores de 30 años declaran que preferirían tener un
trabajo menor remunerado si es para una empresa (marca) en la cual creen".
Esto nos hace ver que poco a poco va tomando más importancia
el equilibrio que debe existir tanto en las empresas con el personal existente
como el de los empleados dentro de la organización. Por ello confían en los planes de igualdad, la flexibilidad
y los beneficios sociales y emocionales que ofrecen las empresas en sus
políticas retributivas.
Por ello también los empleados para permanecer o abandonar a una
empresa se centran no solo en las remuneraciones económicas percibidas sino
también en un salario emocional, que va ligado a las recompensas emocionales
que reciben a cambio de la prestación de un trabajo. .
Si los líderes se esfuerzan por establecer culturas
organizacionales sólidas, compensadas con políticas internas satisfactorias
para todos, las empresas obtendrían unos brillantes e inesperados resultados
para cumplir sus objetivos de rentabilidad e incremento de nichos de mercados.
Es sabido que un empleado feliz es un reflejo de una empresa sana, sin vicios y
abierta al éxito desde adentro.
Desde las empresas grandes, hasta las pequeñas están
despertando acerca de la importancia que tienen hoy los empleados, por lo que
muchas buscan fórmulas para involucrar al personal con la estrategia de la
organización, a la vez que buscan la satisfacción del empleado consiguen la
suya propia. Siempre que se lleve una relación conciliatoria se conseguirán
resultados satisfactorios, para nadie es un secreto que los resultados vienen
de los empleados.
Entre los factores que contribuirían a mejorar el espejo
empresarial se encuentran:
a. La comunicación interna: sirve para reforzar la
participación de los empleados en la información constante de los procesos que
vive la organización en un entorno cambiante, lo que constata la importancia
que se les concede a cada uno según su rol para el desarrollo de la empresa.
Los miembros de una organización deben conocer y compartir los principios y
valores de la compañía para generar sentido de pertenencia y sentirse
integrados en esa compañía. La empresa que explica internamente por qué toma
decisiones económicas, institucionales, etc., ofrece una dirección y un sentido
hacia dónde dirigirse.
b. La autonomía: reside en aprender a liberar potenciales
ocultos en cada uno de los empleados ayudándolos a experimentar sobre sus
propios medios de acción para ser creativos y lograr objetivos. Se debe delegar
no solo poder sino autonomía y responsabilidad. Para ello hay que expresar
claramente lo que se espera de cada uno.
c. Equilibrio entre expectativas y recompensas: es la
capacidad de influir en la productividad de los empleados para satisfacer las
expectativas frente a las recompensas recibidas. Si una persona cree que un
gran esfuerzo tiene poco efecto sobre el resultado, tenderá a esforzarse poco,
debido a que no ve relación entre el nivel de productividad y recompensa. Por
ello se debe conocer que es lo que el empleado espera de la empresa y que está
dispuesto a aportar a la organización de ésta manera se establece el equilibrio
mutuo valorado en expectativas y resultados.
Algo de lo que no podemos dejar de tocar es sobre la
importancia de que las empresas deben posicionarse en el mercado laboral,
hacerse únicas, relevantes, con una promesa creíble, pues esto ayuda a la
compañía a diferenciarse de la competencia, a fortalecer la imagen global de la
empresa, pues ahí que estará lista para atraer a los mejores.
Para Máximo Rainuzzo, presidente de Interbrand, consultora
líder y global en branding, hay 4 factores claves que permiten construir esta
percepción de valor:
1) Definir el papel del empleador a través de una propuesta
clara que esté alineada a sus valores.
2) Alinear las comunicaciones y las conductas. Los empleados
deben conocer, entender e identificar la promesa de la marca de la empresa.
3) La estrecha interacción entre marketing y las áreas de
recursos humanos son vitales para asegurar una visión compartida sobre el
posicionamiento de la marca y su aplicación dentro de la organización.
4) Aumentar el valor de la marca asegura un claro
posicionamiento en el mercado labora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario